La armonización facial es un conjunto de procedimientos mínimamente invasivos que, aplicados de forma estratégica y personalizada, buscan equilibrar los rasgos faciales respetando la anatomía, expresión y naturalidad del rostro.
Este enfoque combina diferentes técnicas como el uso de ácido hialurónico, toxina botulínica, bioestimuladores de colágeno, polinucleótidos, entre otros. Cada uno se selecciona según la evaluación clínica y los objetivos estéticos del paciente, siempre priorizando la salud, la proporcionalidad y la armonía facial en reposo y en movimiento.
a. Definición del contorno mandibular y proyección del mentón
b. Reposición de volumen en pómulos
c. Corrección de ojeras hundidas
d. Perfilado y volumen natural de labios
e. Rinomodelación
f. Atenuación de surcos nasogenianos y líneas de marioneta
g. Bioestimulación de calidad de piel
h. Relajación de arrugas dinámicas con toxina botulínica
El valor de una armonización facial no es estándar, ya que depende de los productos utilizados, las zonas a tratar y el plan personalizado diseñado para el paciente. Se consideran además la experiencia del profesional, la calidad de los insumos y el tiempo dedicado a la planificación facial estratégica. Una evaluación previa es esencial para entregar un presupuesto y planificación acorde a tus objetivos.
Los resultados pueden observarse inmediatamente en tratamientos con ácido hialurónico, aunque algunos procedimientos como bioestimuladores o toxina botulínica presentan resultados progresivos. La armonización facial bien realizada no busca cambios radicales inmediatos, sino una mejora global, armónica y natural que se consolida en el tiempo.
En general, no. Puede presentarse inflamación leve, sensibilidad o hematomas, especialmente en zonas de inyección. Estos efectos desaparecen en pocos días. Se recomienda no agendar eventos sociales importantes en las 48-72 horas posteriores.
No. Todos los productos utilizados en armonización facial son temporales y biodegradables. Su duración depende del tipo de sustancia, la zona tratada, el metabolismo del paciente y sus hábitos. Para mantener los resultados, es necesario realizar sesiones de control y mantención según la indicación profesional.